martes, mayo 09, 2006

bajo presion

Hoy me cayo el 20. Por cierto, ¿que es el 20? ¿por que 20 y no 10, o 19, o 34, o 71? En fin. Me queda muy poco tiempo para terminar el documental. Por eso le quiero dedicar las palabras de hoy a el.
Las grabaciones iniciaron en agosto y terminaron un mes despues. Fue aproximadamente un mes de exploracion, de busqueda, de descubrimientos, de mirarse al espejo todas las mañanas y no saber si habria que afeitarse o no. Las dudas, las improvisaciones, los fallos, los errores, y si, tambien los aciertos venian todos incluidos en el paquete.
Pero mas que nada, fue un mes de comunion. Esa comunion que te hace sentir que perteneces a un lugar, y que eres parte de el, y que el es parte de ti. Esa comunion que te hace ser transparente, aunque sea por instantes. Aunque sea mientras sostienes una camara de video y tu mirada se canaliza por la optica de un lente.
Esa misma comunion es la que se hace presente cuando precisamente conversas con las personas a traves de tu camara, y saben que a donde apunta esa camara es el mismo lugar donde apunta tu mirada, y saben que tu camara los ve directamente a los ojos, y sus ojos, entonces, ven directamente a los tuyos. Esa es la cualidad mas importante de la fotografia.

Me cayo el 20 hoy. Una vez mas, el tiempo se me viene encima, o mas bien, se me acaba el tiempo. Es hora de revivir esa comunion a traves del montaje y la edicion, esta vez por medio de las imagenes, por medio de la memoria plasmada.
Me queda sinceramente muy poco tiempo. Y apenas hoy me entro la urgencia y la desesperacion. No me preocupa tanto que no termine a tiempo, sino mas bien me preocupa terminar haciendo las cosas apresurado. Me preocupa no dedicarle su tiempo a cada cosa, a saber acomoder cada cuadro, cada sonido, cada sensacion, cada momento. Tengo que darle su tiempo y su lugar a cada expresion, a cada imagen. Y eso me genera mucha presion. Mucha.

Sin embargo, tengo ansiedad ya de incluir las tomas desenfocadas, los rostros fuera de cuadro, las imagenes sobre-expuestas, la tembladera de mi mano, las escenas que arrinconan el microfono en cuadro. Y me encuentro motivado. Tengo la esperanza de que en ese monton de memorias, este la de mi mismo.