viernes, septiembre 11, 2009

pensamientos aleatorios sobre la vida

"No necesito silencio. Yo no tengo en que pensar."

Ausencia. Que dura palabra. Me estremece como me estremece el vacio, la nada... el olvido. Que dura palabra es ausencia. Que duro es conocerla. Que duro es vivirla. Que duro es soportarla, porque hay que soportar tambien el dolor que trae consigo, como su sombra que la acompaña. La ausencia duele, porque cambia el tiempo. Duele porque es un tiempo pasado que esta presente; un tiempo que carece de espacio. Es una herida sin cuerpo, ye estas son las que mas duelen, porque se acomodan en todas y en ninguna parte. Pero el tiempo pasa y el dolor tambien se desvance. Y entonces la herida sana, y es como la pared que se resigna a quedarse sin su cuadro. Y es entonces cuando se vuelve mejor hablar de las ausencias que ausentarse de la realidad. Sin pena. Sin culpa. Sin lamentos. Y hay que hablar para poder dejar ir. Quemar las naves, como haria Cortez, para no tener forma de regresar. Luchar de frente. Vencer o morir.

Ahora con los años que cargo entiendo que el tiempo es sabiduria; sabiduria que te hace darte cuenta de que lo que sabes es poco y lo que tienes por aprender es mucho. Y como minimo, esto es muy alentador. Aprender es vivir. Tambien vivir es aprender. Yo no se si estamos aqui para aprender, pero si se que aprender es una forma de vida, y que es la que mejor se me acomoda. Y los que vivimos para aprender o aprendemos para vivir sabemos que el aprendizaje deja huellas. Las lecciones, los tragos dulces o amargos, te marcan, sobre todo los amargos. Esos te queman la garganta y te desgarran las entrañas. Pero en ese desgarre, en ese momento que sabe a amargura, uno aprende algo de si mismo. Aprendes que eres fuerte, y que ser fuerte es lo unico que tienes. No hay otra opcion que sobrevivir. Y entonces los tragos amargos se vuelven tragos de victoria.

Estar y ser. Existir y vivir. Yo no pedi estar aqui, pero aqui estoy. Asi tampoco he pedidio el dolor, pero este se aparece sin avisar. Esta incognita es parte de la gracia de vivir. Y asi la vida se revela inoportuna y aleatoria, incierta siempre. En el momento en que sabemos los cuandos, empezamos a morir un poco. No queda, entones, mas que aceptar que uno no tiene siempre el control, y esto, tambien es aprender a vivir. Se requiere serenidad para aceptar las cosas que uno no puede cambiar, y se requiere sabiduria para distinguir las cosas que se pueden cambiar. Y si no cambia uno, por lo menos hay que estar en movimiento. Jugar con el tiempo; hacerlo tu amigo, no tu enemigo. En palabras de Comte-Sponville: "el tiempo es esta apertura al porvenir, o no es nada". Tenemos el presente, y nada mas. El porvenir es la esperanza, pero aun asi, nadie se escapa de la fragilidad de vivir, y nadie puede pasar por alto la propiedad efimera de todo. "Todo contento de los mortales es mortal", decia Montaigne. La vida pues, nos expone permanentemente a la soledad, al dolor, a la perdida, a la derrota, al duelo, a la ausencia. Nos quita y nos da. Todo muere y todo renace, excepto la vida misma. En esta espiral del tiempo en la que todo se cicla, el amor viene y se va. La soledad tambien. Tambien el dolor, la tristeza, la felicidad, la alegria... Oscilamos pues entre los dos polos. ¿Que queda entonces? - mientras siga latiendo el corazon, queda la vida y queda seguir aprendiendo a vivir. El provenir nadie lo sabe, nadie lo conoce. Nada nos salva de la angustia (!y que nada nos salve de ella!), porque la angustia acompaña siempre nuestros sueños. Aprender a vivir es aceptar la vida, y yo sigo aprendiendo. Sigo escribiendo mi propia historia.

sábado, agosto 08, 2009

en este ascensor

Se escuchan ruidos, como de palabras secuestadas, sentimientos plagiados o voces privadas de su libertad. Inquietan. Desequilibran. Y sin conceder ambigüedad, me acusan. Y yo que he escuchado esos ruidos, digo: es la espiral que clama su naturaleza.

martes, abril 28, 2009

Playing for Change

Hola mis estimados lectores (¿quedara alguno todavía?). Quiero compartirles un video de poca madre que me encontré por la web, y que para mi sorpresa, salen en él mi gran amigo François Viguié y mi amigo Django Degen. Se trata de la canción de Stand by Me interpretada por diferentes músicos alrededor del mundo. Más allá de la genial idea del video, esta la extraordinaria producción de este. No tengo los datos exactos de quién lo produjo (¿Mark Johnson?), pero el resultado es un video que si no les pone la piel 'chinita', estoy seguro que al menos los hará sonreír.



playingforchange.com

lunes, noviembre 03, 2008

nunca olvidaremos...

su capacidad para resolver problemas. Adios!

lunes, octubre 27, 2008

antes de irse

Bush finalmente se digna a hablar sobre la crisis economica, la guerra con Irak, su popularidad, las violaciones que cometion contra las libertades civiles, y sobre sus 8 años de gobierno en general:


Economy Speech from Mocha Video on Vimeo.

martes, octubre 14, 2008

es tan sencillo...

pero me llevo tiempo entenderlo

martes, septiembre 23, 2008

Centavos

Corro el riesgo de aparentar ser un tacaño, pero la verdad es que estoy sumamente molesto con el sistema monetario de este pais. Cada vez que realizo una compra en efectivo, resulta que el total a pagar es una suma fraccionada, y en la mayoria de los casos no existe denominaciones de dinero exactas para honrar la transaccion. El Banco de Mexico tiene en ciruclacion 9 denominaciones en forma de moneda, siendo la de 100 pesos la de denominacion mas alta, y la de 5 centavos de peso la de denominacion mas baja. A mi forma de ver, esto tiene mucha logica, porque no creo que exista a la venta algun producto o servicio que tenga un valor menor al de 5 centavos de peso. De igual forma, el valor de 1 centavo no es significativo como para que un producto, tal como un chicle, cueste 1 peso con 21 centavos. Lo mas razonable seria que la moneda de menor denominacion fuera la de 20 centavos de peso, pero de igual forma no veo mayor problema con la de 5 centavos. Con lo que si veo problema, es en la coordinacion entre el Banco de Mexico y la Secretaria de Hacienda y Credito Publico. No encuentro logica que el total de una compra sea una cantidad que no se puede pagar, como en el caso de hoy que fui a comprar cigarros y una botella de te, cuyo total fueron 39 pesos con 81 centavos.



Si no existen monedas de 1 centavo, ¿como voy a cubrir esa deuda? Mas aun (y esto es lo que realmente me molesta), ¿como el comerciante va a cubrir su deuda hacia mi cuando mi pago es mayor que el costo de mi compra? La forma en la que casi siempre se cubre este bache en el sistema monetario es que el comerciante que quede con la fraccion de 1 peso. Aisladamente, no hay mayor repercusion si uno pierde 19 centavos de peso. Sin embargo, como el consumismo es cosa de todos los dias, esos centavos se multiplican, y se convierten en cientos de pesos.
Suponiendo que uno pierda, vamos a decir 15 centavos de peso 5 dias a la semana, en un año estaria perdiendo 273 pesos con 75 centavos. Esa cantidad es mas estremecedora si hacemos la suma de lo que diariamente un establecimiento se apropia de todos sus clientes. Vamos a decir que un Oxxo tiene 250 clientes al dia. Suponiendo que de esos 250, 180 pierden 15 centavos al realizar una compra. Ese Oxxo tendria una ganancia extra de 27 pesos al dia, y de 10, 585 pesos al año. Si multiplicamos esos 10, 585 pesos solo por la cantidad de Oxxos que hay en una ciudad, que vamos a suponer es de 100, tendriamos mas de 100 mil pesos de ganancias que no se registran en Hacienda. Si sumamos todas esas ganancias de todos los establecimientos en el pais, pienso que quiza habria mas escuelas, mejores equipos para los policias, mas hospitales, mas calles pavimentadas, etc.
Pero a mi lo que mas me importa son mis 273 pesos que pierdo anualmente. Creo que tanto el Banco de Mexico como la Secretaria de Hacienda se deben de poner de acuerdo para ponerle fin a esta aberracion economica. El pueblo demanda cantidades cerradas y multiples de 5, y demanda tambien que haya mas circulacion de monedas de baja denominacion para dejar de ser victimas de esta atrocidades.